Fue en el 2008 cuando Adam Fitzpatrick empezó a imitar a Elvis Presley luego de ser elogiado tras presentarse en un festival tributo a Elvis en el cual ganó un premio en la categoría de imitadores amateur.
Desde entonces, Fitzpatrick se dejó crecer el cabello, se lo tiñó de negro ya que su color natural es marrón rojizo, ordenó los trajes característicos de Presley y comenzó a ver sus videos repetidas veces para poder adaptar sus movimientos de manos, expresiones faciales, y el acento sureño que lo caracterizaba al cantar.
Gracias a su dedicación y preparación, Fitzpatrick ha logrado ganar numerosos premios por su imitación, incluyendo el primer lugar en Las Vegas y Europa, así como también el segundo lugar en la competencia mundial de imitación de Elvis en Memphis, 2013.
Mientras más veces cantaba Adam las canciones de Presley, más se enamoraba del rey del rock y expresa que es agradable ser reconocido dentro del mundo de Elvis, sin embargo muchos de sus imitadores no se toman la imitación como cosa seria durante una competencia, sino que sólo buscan pasar un buen rato.
Fitzpatrick sostiene que existen alrededor de 60.000 tributos a Elvis Presley registrados en todo el mundo, y que a pesar de que existen otras figuras icónicas dentro de la historia que también podrían ser imitadas, existe algo especial en la música de Presley que ha logrado mantenerse en el escenario.
“Él lo hacía sin siquiera intentarlo. Al moverse, él sentía la música y eso es algo que uno quiere aprender, quieres aprender sus movimientos de manos, sus expresiones faciales, cosas como esas, sin embargo con tal de que dejes que la música te lleve, es suficiente. Nunca serás exactamente como Elvis, nadie lo será, pero haces tu mejor esfuerzo”, expresó Fitzpatrick.
Actualmente, Fitzpatrick se encuentra en la búsqueda de presentaciones en bares locales para así poder pasar más tiempo criando a sus pequeños hijos.
