Cuidar las emociones de los equipos de trabajo en situaciones de crisis es una labor básica. Es normal sentirse asustado y sumido en la incertidumbre. Tanto quienes trabajan en grandes empresas como quienes son autónomos, pequeños empresarios o están desempleados sienten que la realidad es adversa, sean cuales sean sus circunstancias personales.
Ignoramos cómo será el mundo el mes próximo y si mantendremos el puesto de trabajo, pero lo que sí debemos tener claro es que haremos lo posible por seguir adelante, protegernos y cuidar de los demás. Para ello es clave la adecuada gestión de las emociones en los equipos de trabajo. Las empresas privadas, grandes o pequeñas, están obligadas a velar emocionalmente por sus equipos de trabajo. Sería necesario:
1.-Nombrar equipos de gestión de crisis. Tiene que haber un líder del equipo o un equipo cualificado, capaz de saber qué hacer, tomar decisiones, comunicar honestamente, decir lo que se está haciendo, generar empatía, mantener la unidad e informar con transparencia a todos los stakeholders de la empresa.
2.-Tener conocimiento interior de las personas. Las empresas suelen establecer su comunicación hacia el exterior, de puertas afuera, pero igualmente importante es la interna. Es necesario ahora más que nunca, conocer a cada una de las personas que forman parte de la corporación, sus necesidades y la manera de contactar con ellas a través de distintos canales, videoconferencia, teléfono, mail, mensajes…, y hacerlo de forma rutinaria, cada día si es posible, y de manera rápida, en cuanto haya algo que comunicar.
3.-Proactividad en el equipo. Hay que anticiparse y brindar soluciones antes incluso de que aparezca el problema. Para ello, es necesario que la información sea bidireccional y multidireccional, que la empresa esté siempre abierta al feedback y la escucha activa.