Cuando "casamos" ingredientes aromáticos con un buen aceite de oliva creamos algo más que un aderezo. Con él podemos comenzar un plato, cocinar e incluso al final, darle un toque especial a cualquier receta.
Siempre he sido fanática de prepararlos en casa. Son fáciles de hacer y no necesitas mucho esfuerzo. Lamentablemente, hoy día es difícil encontrarlos de buena calidad, pues siempre el aceite se altera en el proceso de elaboración y la mayoría contienen aromas y sabores artificiales que no necesita nuestro cuerpo.
El tomillo, el oregano y el romero fresco, por ejemplo, aportarán mucho a tu aceite de oliva, en tus recetas y hasta en un simple pedazo de pan. Agrega estos ingredientes a la olla en mínima temperatura y calienta por unos 8-10 minutos y listo para envasar. En el caso del cilantro, el ajo, los chiles, la piel de los cítricos o la albahaca fresca, añádelos a la botella, tapa y déjalo descansar por 3-5 días. Así tendrás tu propio aceite en casa, listo para usar por un mes o más siempre y cuando esté en cristal y bien sellado.
No es comprar un aceite en cualquier tienda. Aunque no lo creas, el aceite de oliva tiene fecha de expiración y por cierto, no más de 12-18 meses. Se oxida con el tiempo, la luz y el calor, así que trata de comprar alguno que venga en botella oscura y guárdalo lejos del calor de la estufa. Algunos tienen un número muy pequeño en la etiqueta trasera, que indica el nivel de acidez y que fluctúa generalmente entre 0.8 y 0.01%. Mientras más bajo sea ese número mejor calidad y mientras más información tenga la botella sobre la procedencia del aceite (país, región, zona protegida, tipo de aceituna), mayor será tu suerte de llevar un oro líquido a tu cocina.
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