TORONTO. Tres conciertos del popular grupo de música cubana Buena Fe, programados para el mes de mayo de este año en las ciudades de Toronto, Montreal y Edmonton, fueron pospuestos para nueva fecha aún por definir debido a las discrepancias que existen en el tipo de vacunas contra el virus de COVID-19 administradas tanto en Canadá como en Cuba.
El director de la agrupación, Israel Rojas, confirmó que las nuevas fechas de los conciertos serán anunciados más adelante, ya que por el momento no pueden viajar a Canadá debido a que ellos han sido inmunizados con las vacunas de producción cubana Soberana y Abdala, las cuales hasta el momento aún no han sido aceptadas por las autoridades de salud canadienses.
“Estaban previstos unos conciertos de lanzamiento del disco ‘Carnal’, que se programaron desde el año 2020. Nosotros lanzamos a finales del 2019 ese disco aquí en Cuba, y en mayo del 2020 iba a ser el lanzamiento en Canadá, donde tenemos un público muy fiel y muy agradable. Se anunció ese concierto, la gente compró los boletos, pero llegó la pandemia y lamentablemente no se pudo realizar. Se pospuso para el año 2021 en la misma fecha, pensando que para entonces ya la pandemia hubiera pasado, pero como todos sabemos no sucedió, lo cual provocó que el 2021 se pospusiera una vez más para el año 2022. Pero lamentablemente el gobierno de Canadá no reconoce aún las vacunas cubanas, tanto Soberana como Abdala. Entonces decidimos cancelar los conciertos. Parece que lo correcto será esperar que baje un poco más esto de la pandemia, que se reconozcan las vacunas cubanas, que se calme un poco el tema de la pandemia que ya se aprecia por fortuna de que va mermando en algunos países, y tenemos mucha fe de que más temprano que tarde poder hacer estos conciertos”, dijo Rojas en entrevista telefónica.
Agregó que el apoyo brindado por los amantes de la música de su agrupación en Canadá ha sido extraordinario, y que de hecho los conciertos programados en Toronto, Edmonton y Montreal ya estaban vendidos desde el 2020 y que los fans que habían comprado los boletos en su mayoría no habían reclamado su dinero y estaban a la espera de que el concierto se llevara a cabo, lo cual, dice, espera que pueda realizarse en el 2023.
Por su parte, la empresa productora de los conciertos, Okokan Productions, lamentó los inconvenientes producidos por la larga pandemia que afecta al mundo, y explicó que decidieron cancelar las actividades con cuatro meses y medio de anticipación para proporcionar tanto a los artistas cubanos, a los escenarios contratados y a los fans de la agrupación, tiempo suficiente para reprogramar sus planes. Quienes adquirieron boletos ya están recibiendo sus reembolsos.
Okokan Productions está en el mercado desde el 2006 y se especializa en conciertos de salsa y de bandas de baile. “Nuestra primera oportunidad de trabajar con la banda Buena Fe fue en 2017 en Toronto y Montreal, lo que resultó en un resultado increíble y una multitud agradecida. Entonces decidimos que eventualmente, una vez que el grupo lanzara un nuevo proyecto y mientras las visas aún fueran válidas por algunos años, armaríamos otra gira. Cuando Buena Fe lanzó su álbum ‘Carnal’ en 2018, decidimos en julio de 2019 comenzar a pensar en una gira canadiense de tres ciudades en mayo de 2020 y firmamos un contrato con la banda”, pero entonces llegó la pandemia del COVID-19 y ya la historia es conocida, explicaron.
Dirigida por Israel Rojas, quien es el compositor de todas las canciones y la voz líder, y por Yoel Martínez, que toca la guitarra acústica y es la segunda voz del grupo, Buena Fe es un fenómeno musical tanto en Cuba como en diferentes países de América Latina y de Europa. Llenan estadios en su tierra natal y también están llenando teatros en el exterior, con una oferta musical que plantean es la heredera de la Nueva Trova que deleitó al mundo en las décadas de los años 70 y 80.
Su fuerte es la canción con contenido social, o de protesta como se le conoció hace muchos años, un género que suele siempre estar en el corazón del debate político.
De hecho, con todos los acontecimientos políticos que han estado sucediendo en Cuba desde el año pasado, Buena Fe no ha pasado desapercibido particularmente para los grupos de cubanos anticastristas radicados en Miami y que reciben bastante atención mediática.
Aquí en Canadá circularon una petición de que se les prohibiera presentar sus conciertos pero la misma no agarró tracción y fue firmada mayoritariamente por personas residentes fuera de Canadá.
Al preguntarle a Israel Rojas sobre esta situación, dijo que simplemente son gente de ‘mala fe’. “Fíjate tú, nosotros que lo que vamos es a dar música, a repartir amor, a vender un momento agradable, un regreso a la gente a su nostalgia, a su país, al arte, al acceso a la poesía y a la música, somos los de mala fe, y los que están pidiendo cancelación, odio, suspensión de conciertos, en actos de repudio, boicot, son los que dicen que están defendiendo la Libertad. Es como si fuese el mundo al revés”.
Criticando con Buena Fe
PREGUNTA: Ustedes son uno de los grupos más conocidos y escuchados en Cuba y fuera de Cuba, lo que ustedes hacen es música con crítica de la realidad ¿es ese tipo de música el que genera pasiones en relación con ustedes?
ISRAEL ROJAS: Yo creo que el arte no solamente debe ser una tendencia artística predominante. Respeto por supuesto todas las manifestaciones, todas las formas de expresión artística. La que nosotros cultivamos y por la cual, por supuesto también exigimos respeto, derecho a existir, aunque no sea la más reverenciada en este momento por el mercado, es el tipo de canción que habla sobre la realidad social, que critica la realidad social, que es una especie de canción conciencia que trata de poner el acento sobre los problemas, sobre las dificultades, sobre las relaciones del hombre con su entorno. No es solamente una música que convida a pasarla bien una noche, a enamorarse, a consumir desaforadamente y mañana no importa. Nosotros respetamos ese tipo de arte, pero no hacemos ese tipo de arte, nosotros hacemos otro tipo de canción, un tipo de canción, repito, un poco más comprometida con la poesía, un poco más comprometida con temáticas quizás más complejas, y eso pues definitivamente genera, sí, sin duda, genera pasiones, interpretaciones, pero para eso es el arte, para que cada cual se lleve su propia interpretación.
PREGUNTA: Dado que ustedes critican la realidad, critican la situación de las cosas, ¿cómo les va con el gobierno?
ISRAEL ROJAS: Nosotros hemos hecho un tipo de arte muy crítico con la realidad social cubana, muy crítico con las decisiones incluso que muchas veces ha tomado el gobierno, muy crítico con la respuesta de nuestra propia gente, que muchas veces no es la más racional, muy crítico con todo lo que se nos ha puesto delante, porque para eso es este tipo de canción. Nosotros somos, digamos, herederos de lo que fue el movimiento de la nueva trova que siempre tuvo una raíz totalmente comprometida con su realidad social.
En ese sentido, te puedo decir que nuestra relación con el gobierno cubano es de absoluta coexistencia, de respeto como debe ser, de cumplimiento de las normas y del contrato social que está establecido. Nosotros cumplimos con lo que está establecido y ellos hasta hoy, los que están hoy en el gobierno y los que estuvieron antes, han sido respetuosos de nuestras manifestaciones. Puede haber un caso de incomprensión muy puntual, sí se ha dado, pero se ha logrado solventar, y podría decirte que conociendo el mundo como lo voy conociendo hemos tenido, nosotros y los artistas que cultivamos este tipo de música, mucha más oposición, mucha más censura y mucho más silencio, mucha más condena al silencio, en estos supuestos sistemas abiertos y democráticos y no sé qué, que honestamente en Cuba. Siempre se habla de que si el gobierno es censor, que no sé qué, pero no hay nada mas censor y más discriminatorio que el poder de las multinacionales de la música, que la industria cultural que solo está priorizando hoy consumo de estupefacientes, culos y tetas al por mayor a expensas y sobre las espaldas de los cultores y de los cantores y de las artes y de las bellas artes genuinas de sus pueblos. Entonces, visto lo visto, en Cuba por supuesto que también hay momentos de incomprensión, puede haber una obra que no que no se difunda como se merece, pero en sentido general, por lo que voy viendo, por lo que voy viviendo, yo vivo privilegiado de poder, haciendo este tipo de canción, tener en mi país el mercado público y posibilidad de amplificación hacia el resto del mundo, no me puedo quejar de eso y de hecho no lo hago, y lo reconozco.
PREGUNTA: Obviamente no es fácil hacer música de crítica social como la que ustedes están haciendo. Afuera, qué tanto les ha afectado estas críticas que les han estado haciendo estos grupos que se han opuestos a ustedes. ¿Cómo les fue en España, cómo les está yendo en Panamá?
ISRAEL ROJAS: Dicen que no es tan feliz el que más tiene sino el que menos necesita, y en nuestro caso estamos hechos porque somos felices necesitando poco y a la vez tenemos mucho, tenemos mucho más de lo que esperábamos, la verdad, con este tipo de canción.
El resultado de lo que pasó en España está en nuestras redes sociales, nosotros lo publicamos. En los medios estos que se encargan 24 horas de todos lo triste y lo pequeño de Cuba hacerlo grande, y todo lo grande y hermoso de Cuba tratar de mancharlo y hacerlo pequeño, todos estos medios que en el fondo están siendo subvencionados con dinero de la NED (The National Endowment for Democracy) norteamericana, dolorosamente ellos han amplificado el repudio, el rechazo de cuatro o nueve personas.
Dentro del concierto (en España) ahí está, pueden buscarlo en nuestras redes sociales, estaba el concierto totalmente lleno de emigrados cubanos, de emigrados latinoamericanos, de españoles que gustan de nuestra música, y te estoy hablando de un concierto que se anunció una semana antes de hacerse nada más y nada menos que en Madrid, una semana antes por redes sociales, sin ningún tipo de tiempo para organizarse. Porque no hubo chance, ese concierto se organizó debido a que fuimos invitados a la Feria de Turismo de Madrid y aprovechamos la ocasión para organizar ese concierto, para que no sólo se quedara en la Feria del Turismo, sino que tener un encuentro con nuestro público que durante casi tres años no teníamos ese encuentro ahí con nuestra bandera.
El resultado fue que ese concierto fue maravilloso. Al siguiente día hicimos uno Joel y yo, privado, en una trastienda de Madrid, de un de un sitio en Madrid, y la verdad es que fue espectacular, estaba totalmente lleno, había cinco o seis cubanos, el resto eran españoles que conocen nuestra música, que fueron a disfrutarlo.
Ahora estamos en Panamá y ¿qué es lo que hemos visto? Bueno, cariño. Nosotros hemos salido a Panamá a caminar, a hacer alguna que otra compra, a pasear, y los cubanos que hemos encontrado lo único que han hecho es tirarse fotos con nosotros, cariño, amor, cosas bonitas. Hay que empezar diciendo de que aquí miedo no hay, porque no hay miedo, o sea, nosotros no tenemos miedo. Ese intento de intimidación, al menos con nosotros, no va a funcionar.
Y la segunda es que sí hay gente que conoce nuestra música, hay mucho panameño que estudió en Cuba, aquí hay panameños a los que la Brigada Henry Reeve, que es una Brigada médica que estuvo en el medio de la COVID, les salvó la vida. Aquí hay mucho emigrado cubano, patriota, buena gente, y gente que puede que no coincida con el gobierno cubano ni nada por el estilo, pero que gusta de nuestra música y que no se mete en política un carajo. La verdad es que también la música nuestra está en Spotify, está en YouTube, está en todas las plataformas, y nos encontramos todos los días con panameños que nos dicen ‘caramba, ustedes son los que cantan tal cosa, ustedes son, los he seguido, me los encontré en las redes’.