Recientemente recibí una llamada telefónica de una ciudadana canadiense que está muy preocupada porque hubo un accidente de tránsito en su país de origen, y en este lamentablemente fallecieron su hermano y su cuñada, dejando tres niños huérfanos. La señora me preguntó cómo funcionaba el proceso para adoptar a estos tres niños y poderlos traer a Canadá, dado que en su país de origen no hay nadie que se pueda hacer cargo de ellos.
La situación definitivamente es trágica por la pérdida irreparable de los padres de estas criaturas; sin embargo, en medio de toda esta situación, para esta señora hay noticias buenas con respecto a poder traer a los niños a Canadá. La buena noticia es que los puede traer al país sin tener que hacer una adopción de estos niños.
Esto es posible gracias a una sección de ley poco conocida, y la cual muchas veces las personas la pasan por alto, la cual está en la sección de patrocinio bajo la clase familiar. Esta establece que un ciudadano canadiense o un residente permanente mayor de 18 años puede patrocinar a sobrinos, nietos y hermanos menores de 18 años, no casadas, no viviendo en unión libre, quienes son huérfanos de ambos padres.
En este sentido, en este tipo de casos no es necesario hacer ninguna adopción, sino que básicamente se hace un proceso regular de patrocinio y los niños vienen a Canadá bajo la categoría de clase familiar. La única diferencia sustantiva con patrocinar a un hijo dependiente es que cuando se patrocina a un hijo dependiente no importa cuánto gana la persona que está haciendo el patrocinio dado que hay una excepción, pero en este otro tipo de casos, dado que se está patrocinando a un sobrino, nieto o hermano huérfano, el patrocinador debe cumplir con los requisitos financieros dispuestos por los reglamentos de Inmigración.
Este proceso de patrocinio consiste básicamente en llenar los formularios de patrocinio, y hay que demostrar que el patrocinador es un ciudadano o residente que tiene la edad requerida y que no cae bajo ninguna inelegibilidad para ser patrocinador, las cuales son:
- Estar en bancarrota,
- Estar recibiendo asistencia social,
- Estar en prisión,
- Haber cometido un crimen en contra de un miembro de la familia.
Si la persona cumple con todos los requisitos, debe entonces llenar todos los formularios para los niños, como es la solicitud de residencia permanente y otro formulario que se llama Schedule 8, donde se coloca toda la información del niño. También debe llenar otro formulario donde aparece la información de todos los parientes o familia del niño a patrocinar.
Obviamente también hay que probar que los niños son huérfanos, y por lo tanto se requiere el certificado de defunción de ambos padres, así como los certificados de nacimiento de los niños.
Otra cosa más que también se debe probar es la relación familiar que existe entre la persona que va a patrocinar en Canadá y los niños en el país de origen. En este caso concreto en que se trata de sobrinos, se debe tener los certificados de nacimiento del padre que tiene la relación familiar con el ciudadano canadiense o con el residente permanente, así como también el certificado de nacimiento de ese ciudadano canadiense o residente permanente. Con estos documentos se deberá poder probar el lazo sanguíneo entre el patrocinador y los padres fallecidos.
En general se puede decir que este tipo de patrocinio es un proceso simple en términos de procesamiento, dado que se realiza directamente bajo el programa de Clase Familiar.
Sin embargo, hay situaciones en las que uno de los padres muere y el otro está vivo, pero no se ha hecho cargo ni se hará cargo de los niños. En este tipo de situaciones el proceso de patrocinio es mucho más complicado porque hay un padre vivo y por lo tanto no se puede hacer directamente un trámite como miembro de la clase familiar. Este tipo de situaciones, si se quiere traer a los niños a Canadá, se tiene que procesar un caso por Razones Humanitarias y de Compasión.
Se deberá poder demostrar que uno de los padres está muerto, así como también se deberá demostrar la negligencia por parte del otro padre. Para demostrar esto ayuda mucho por ejemplo documentos de servicios sociales del país, si es que están trabajando con los niños. También ayuda si los niños están bajo el cuidado de servicios sociales, o en algunos casos que están bajo el cuidado de un abuelo o pariente de edad muy avanzada que ya no puede hacerse cargo de estos jóvenes.
Esos son algunos de los argumentos que se pueden presentar para probar la necesidad de que se les permita a esos niños, por el mejor interés de ellos mismos, poder venir a Canadá y reunirse con miembro de la familia que puedan hacerse cargos de ellos.
En general el proceso de patrocinio familiar de estos niños no tarda mucho, porque al ser menores de edad solamente tienen que pasar los exámenes médicos y no hay chequeo de seguridad (dado que este solamente se hace a las personas mayores de 18 años). En ese sentido, un caso de este tipo puede tardar nada más de seis a 10 meses, aproximadamente.
Ahora bien, si el caso es procesado por Razones Humanitarias y de Compasión, va a tardar un poquito más, pero igualmente no va a ser tanto tiempo como otros procesos donde por ejemplo hay que hacer el chequeo de seguridad, y donde sólo este chequeo a veces se tarda hasta un año o más.
Las personas que están interesadas en hacer un patrocinio de este tipo pueden hacer su propia investigación en el sitio web de inmigración y colectar toda la información para hacer ellos mimos el trámite. Sin embargo, también pueden buscar los servicios de un consultor acreditado de inmigración o de un abogado, a fin de que se les facilite los procesos dada la experiencia y los conocimientos de las leyes migratorias que estos profesionales poseen.