Sucedió en el ártico canadiense. Aaron Gibbsons, de 31 años, murió tras enfrentarse contra un enorme oso polar con el fin de proteger la vida de sus tres hijos. El trágico suceso ocurrió en la provincia de Nunavut, donde la familia de Aaron Gibbsons practicaba pesca en una pequeña isla cerca de la bahíua de Hudson.
La víctima no llevaba arma, por lo que tuvo que enfrentar al animal con su propio cuerpo. Un familiar del fallecido señaló que el oso polar estaba asechando a uno de los niños, Aaron les ordenó regresar al bote, pero para evitar que la bestia alcance a sus hijos decidió interponerse.
“Murió como un héroe”
Esas fueron las palabras de los familiares de Aaron. “Murió como un héroe. Protegió a sus hijos”.