(Foto de Denise Jans en Unsplash)
Una de las grandes metas de muchos de los inmigrantes es obtener la residencia permanente y, una vez obtenido este estatus, el siguiente paso es la ciudadanía canadiense, algo que muchas personas se esfuerzan por alcanzar por los beneficios que esto otorga.
Más allá de que una persona puede batallar mucho para obtener la residencia canadiense, aludiendo siempre del apoyo y la asesoría que le puede brindar un consultor de inmigración en Canadá, la gran realidad es que este estatus, como muchos otros de inmigración, también puede ser revocado.
Ciertamente, revocar una ciudadanía es un hecho poco común dentro de inmigración, pero no se debe olvidar que Immigration, Refugees and Citizenship Canada (IRCC), posee esta potestad, la cual está amparada en la Ley de Ciudadanía Canadiense que entró en vigor por el año 1947.
Ya que, según la propia Oficina de Inmigración de Canadá, esto representa una herramienta importante para mantener la integridad de la ciudadanía canadiense. De ahí parte la importancia de cumplir fiel y correctamente con todos los trámites para la obtención, el cual no debe hacerse sin la asesoría de un profesional en materia migratoria.