Este jueves 27 de octubre tuve el honor de hablar ante el Comité Parlamentario sobre Ciudadanía e Inmigración, en el Parlamento Federal, en relación al programa migratorio de Clase Familiar.
Fue una sesión a la que asistí como representante de la Asociación Canadiense de Consultores Profesionales de Inmigración (Canadian Association of Professional Immigration Consultants, CAPIC), en la cual expresé nuestra posición en relación a la legislación actual.
Le dije a los diputados de la comisión que el programa de Reunificación Familiar actualmente sólo considera a los padres y abuelos, cónyuges e hijos dependientes, hermanos huérfanos, sobrinos y nietos, y cualquier miembro de la clase familiar si el patrocinador vive solo Canadá. Pero, para muchas comunidades inmigrantes, la familia es considerada mucho más allá de esos miembros.
En este sentido, les explique que parecía contrario a la intuición que, mientras que los abuelos se consideran parte de la familia, los hermanos no lo son. Y en ese sentido sugerí que los hermanos sean incluidos en la clase familiar, que había que dar la oportunidad de patrocinar hermanos, lo cual produciría mejores beneficios sociales, económicos y demográficos para Canadá.
En CAPIC reconocemos que este grupo podría ser potencialmente grande y que podría convertirse en una carga administrativa para el sistema de inmigración canadiense. Sin embargo, dados los beneficios potenciales a gran escala, instamos al Comité a considerar la recomendación de un proyecto piloto para permitir que los hermanos sean patrocinados.
También les dije que a CAPIC le gustaría ver cambios en la Sección 117 (9) (d) del Reglamento para permitir que en circunstancias que están fuera del control del solicitante principal, este pueda obtener la residencia permanente a pasar de que sus dependientes no se hagan los exámenes médicos. Porque en la actualidad, si un solicitante principal no obtiene los exámenes médicos de sus dependientes al momento de procesar su solicitud de residencia permanente, los dependientes quedan excluidos como miembros de la clase familiar para futuros patrocinios.
CAPIC entiende la razón por la cual se implementó la regulación, pero creemos que hay situaciones en las que no ha habido ningún intento de eludir las disposiciones médicas. Por ejemplo, en situaciones en las que una pareja ha pasado por un divorcio amargo y uno de los padres tiene la custodia de los hijos y no permite que los niños se someten a los exámenes médicos requeridos cuando el otro padre está procesando su residencia permanente. Ese niño no debe ser excluido como miembro de la clase familiar, ya que nunca fue su decisión el no hacerse los exámenes médicos.
Le expliqué a los diputados que CAPIC reconoce y felicita al Gobierno por haber doblado el número de solicitantes bajo el patrocinio de padres y abuelos, pero que creemos que el número es más bien pequeño, dado que la proporción en relación al número total de llegadas es inferior al 3,5%. Creemos que debería aumentarse, por lo que les pedimos considerar un incremento progresivo en alrededor de 2.500 cada año.
También, les dije que CAPIC cree que los requisitos para ser elegible para patrocinar padres y abuelos son bastante onerosos y que no permiten que los miembros más vulnerables de nuestra sociedad, como las familias trabajadoras y mujeres solteras, puedan patrocinar a sus padres y abuelos.
Actualmente, se requiere que el patrocinador demuestre niveles de ingresos basados en la declaración de impuestos de los 3 años anteriores a la solicitud, para ser elegible. El ingreso requerido es LICO más un 30% por encima de cada año, y este es un requisito sólo para los padres y abuelos, por lo que más parecería que se trata de un intento de excluir a los padres y abuelos en lugar de facilitar su patrocinio.
Cuando se cambió la ley, el argumento era que causaba exceso de demanda en los servicios de salud. Por desgracia, este argumento ignora el beneficio social y económico que este grupo trae a sus familias y a la economía en Canadá. Porque su presencia en Canadá sirve para ayudar a cuidar los niños de sus familias, liberando así a los patrocinadores para trabajar y mejorar su vida.
Además, el requisito de tres años es excesivo si hubo un cambio temporal en la generación de ingresos, tales como despidos, licencia de maternidad, etc., porque el patrocinador ya no sería elegible y tendría que esperar otros tres años antes de pensar siquiera en patrocinar.
Esto provoca una carga excesiva a un residente de Canadá bien establecido, y de hecho puede ser la causa de una incapacidad para aumentar los ingresos debido al cuidado de los niños y otros compromisos, lo que conduce a un ciclo de inhabilitación.
También les dije que el compromiso de patrocinio de 20 años es demasiado oneroso e injusto para los patrocinadores, y que aumenta el riesgo de dificultades en caso de enfermedad o accidente. Una vez que los padres y abuelos patrocinados llegan a Canadá, se convierten en contribuyentes regulares y deben tener la posibilidad de hacer uso de todos los servicios que están disponibles para otros canadienses. En esta lógica, CAPIC les recomendó que la duración del compromiso de patrocinio debía regresar a 10 años.
También felicité al gobierno por su iniciativa para acelerar el procesamiento de los cónyuges y parejas de hecho. Realmente, se ha producido una disminución de los tiempos de procesamiento en alrededor del 50% en los últimos meses. Pero a CAPIC le gustaría ver que el tiempo de procesamiento para esta categoría y para los hijos dependientes sea reducido a seis meses. También nos gustaría ver reducido el tiempo de procesamiento para padres y abuelos a no más de 2 años.
En un intento por disuadir las relaciones de conveniencia, el gobierno anterior presentó un estatus de residente permanente condicional que requiere que el solicitante resida con el Patrocinador durante 2 años con el fin de eliminar la condición y convertirse en un residente permanente una vez que llegan a Canadá.
CAPIC es consciente de que hay excepciones a esta regla en los casos en que el solicitante es víctima de abuso. Por desgracia, para los grupos más vulnerables la información no siempre se conoce y hay mujeres maltratadas y hombres que permanecen en relaciones abusivas por miedo a perder su estatus. La condición fue creada para proteger a los ciudadanos canadienses y residentes permanentes de los abusos por parte de personas sin escrúpulos. Las excepciones a los 2 años de condición establecen que el solicitante no tiene que permanecer con el Patrocinador cuando hay abuso físico, sexual, financiero o emocional, y esto ha dado lugar a una excepción que, irónicamente, en algunos casos los patrocinadores son doblemente víctimas: son usados para traer a alguien a Canadá, y luego son falsamente acusado de abuso para eludir la condición. En este sentido, CAPIC instó al gobierno a retirar la visa condicional de 2 años para proteger a los solicitantes y a los patrocinadores vulnerables.
También hablé sobre la alta tasa de rechazo de visas de visitantes para los solicitantes casados o comprometidos con ciudadanos canadienses o residentes permanentes. Dado que el Reglamento prevé patrocinios desde dentro de Canadá, la “doble intención” [llegado en calidad de visitante, a pesar de que está solicitando la residencia] parece contradictoria. CAPIC pidió que se revise este asunto.
Fue una reunión interesante en la cual presentamos propuestas serias muy bien analizadas. Falta ver ahora cuál es el resultado, una vez que el Comité Parlamentario tome sus decisiones sobre este tema. Los mantendré informados.