Una de las festividades más esperadas por los pequeños de la casa (luego de navidad) es la el Halloween. Año tras año, miles de niños recorren las calles con sus más adorables disfraces pidiendo caramelos entre sus vecinos, pero para la edición de la presente temporada, una gran incógnita abordó a padres, jóvenes y autoridades por igual ¿cómo disfrutar de la Noche de Brujas?
Las medidas vigentes para evitar el contagio del COVID-19 y la segunda ola que ya se encuentra abordando las principales ciudades del país, hizo que una gran parte de las personas asumieran que la celebración del Halloween en Canadá quedará, como muchas otras festividades, relegada al ámbito digital; pero esto puede que termine no siendo así.
Y es que, usando todo el ingenio posible y sin menguar el espíritu festivo, ya hay una idea que se ha popularizado para garantizar el responsable cuidado de la salud de niños y adultos, mientras que al mismo tiempo permite la tradicional pedida de dulces en los vecindarios de nuestras ciudades.
Se trata de un tubo que funciona como pasadizo para que, sin romper el distanciamiento social, los más pequeños puedan recoger sus caramelos sin exponerse ellos ni a las personas que visitan. Algo que ha calado muy bien y ha servido incluso como decorado en algunas casas que lo han instalado.