Desde el pasado 29 de julio, las restricciones COVID-19 en Alberta están sufriendo reducciones progresivas con la finalidad de reabrir toda la provincia con miras al retorno a la normalidad. "Los casos han aumentado recientemente, casi en su totalidad en aquellos que no han sido completamente vacunados. Estamos haciendo cambios para alinear las medidas de COVID-19 con la forma en que manejamos otras enfermedades respiratorias", dijo la Doctora Deena Hinshaw.
El primer cambio es que "la cuarentena ya no será universal, legalmente requerida para los contactos cercanos de casos confirmados de COVID-19". Además, las pruebas rutinarias y asintomáticas para contactos cercanos también se detendrán. Hinshaw dijo que cualquier persona que experimente síntomas aún debe aislarse de los demás y aún puede hacerse la prueba.
Además, los rastreadores de contactos ya no llamarán a contactos cercanos. Los casos positivos pueden notificar a sus propios contactos cercanos, cuando sea posible. El próximo 16de agosto, "se levantarán los mandatos provinciales de mascarillas en tránsito, taxis y viajes compartidos", dijo el médico principal. Las mascarillas todavía pueden ser necesarias en los sitios de vacunación, hospitales y centros de atención continua.