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El vuelo del día 26 de Febrero desde Toronto hacia Calgary sorprendió a más de uno al revelar un bizarro caso que derivó en la asistencia médica de equipo especializado debido a la gravedad de la situación. “Al inicio lo ignoré”, comentó la afectada al explicar que inicialmente confundió el hormigueo que sentía en la piel con el recorrido del escorpión y pensó era solo el aire acondicionado cayendo sobre su espalda.
Quin Maltais es una joven estudiante que proviene de Yukon y atiende a clases en Alberta. Durante su último vuelo de rutina de cuatro horas entre ambas ciudades, fue sorprendida por la picadura de un escorpión poco antes de aterrizar en Calgary.
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Un dolor intenso en la espalda
Cuando las luces se apagaron para al aterrizaje, Quin Maltais contó a CBC News que comenzó a sentir un dolor punzante en su espalda, como en el de una picadura. Sin embargo, debido a que el avión se encontraba en medio del aterrizaje, Maltais no pudo quitarse el cinturón de seguridad y ver qué era lo que le había ocurrido.
Al encenderse nuevamente las luces, la estudiante se quitó el sweater para ver qué era lo que había ocurrido pero no encontró nada. Sin embargo, al observar su asiento, vio que algo se movía y poco después reconoció al escorpión, el cual se ocultaba en el pliego del asiento.
Quin inmediatamente se desabrochó el cinturón y solicitó ayuda de una aeromoza: “Había un escorpión en mi sweater. Estuvo en mi espalda durante los últimos 30 minutos. Era de cuatro pulgadas (10.16 cm), quizá más”.
La aeromoza de Air Transat pensó inicialmente había sido una envoltura, la cual había causado una confusión. Sin embargo, Maltais insistió en que se volviese a revisar sus asientos. Al ver al escorpión metido en el pliegue del asiento, el personal de la aerolínea solicitó paramédicos para escoltar a Quin fuera del avión.
EMS confirmó que Maltais sufrió una leve lesión pero que no se encontraba herida. Lo que ocurrió principalmente tuvo lugar debido a que Maltais tuvo un ataque de pánico: “Los paramédicos tuvieron que mantener monitoreado mi corazón dado que no podía calmarme”.
