Los encargados de recursos humanos saben que un buen currículo no lo es todo. Las personas idóneas para trabajar en equipo son las que saben manejar sus emociones; es decir, las que son capaces de comunicarse abierta y sinceramente, expresar adecuadamente sus disgustos y desacuerdos, controlar la ira y la frustración, cooperar y no rivalizar…; en definitiva, las que consiguen generar un ambiente positivo a su alrededor enfocado hacia el objetivo común. Los reclutadores buscan gente así para sus organizaciones.
La formación profesional es una pequeña parte de lo que nos conforma. Son las habilidades emocionales las que contribuyen decisivamente al desempeño laboral y a la buena marcha de las empresas. Para trabajar junto a otros en busca de una meta, los equipos deben estar compuestos por personas que tengan…
Autoestima
Los individuos que han desarrollado un sentimiento de autoestima se relacionan bien con los demás. Por un lado, no tienen un ego desmedido ni son narcisistas, de manera que aceptan que no siempre tienen razón y están abiertos a escuchar ideas y opiniones.
Tampoco creen que valgan menos que los otros, por lo que no sufren envidias ni gastan sus energías en rivalizar. Cuando hemos trabajado nuestro autoconcepto, sabemos aceptarnos, tenemos seguridad en nosotros mismos y sentimos satisfacción por mejorar.
Empatía
Quienes se entienden a sí mismos, entienden a los demás. Si escuchamos nuestras emociones y las reconocemos, sabremos también cómo se sienten los otros, incluso aunque no lo expresen con palabras. Las personas empáticas son capaces de crear un buen clima en donde reine el respeto a los sentimientos ajenos.
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