Muchas empresas gastan enormes cantidades en estar a la última en tecnología, algo que, sin duda, supone una gran ventaja competitiva. Pero, sin embargo, no logran alcanzar las metas propuestas de productividad y rentabilidad. Desde mi experiencia, hay que revisar el clima organizacional, porque el ambiente en el que las personas desempeñan su trabajo es la clave para alcanzar las metas corporativas.
Es una obviedad que cuando el clima organizacional es insatisfactorio influye en el comportamiento de las personas y se refleja en los resultados anuales. Pero dadas las características y perfiles de las generaciones de que copan el mundo laboral, hoy más que nunca es un objetivo clave a tener en cuenta. El clima organizacional donde se prioriza cuestiones, como las interacciones entre compañeros, la relación con los jefes, la participación en la toma de decisiones, el reconocimiento recibido por su trabajo, la confianza, la ética, la responsabilidad social…
Para construir un clima organizacional satisfactorio es importante:
- Trasmitir los objetivos de la empresa. Se ha de trasmitir la finalidad de su trabajo para que la persona esté motivada. Cuando cada uno sabe lo que se espera de él, puede esforzarse en cumplir los objetivos de su corporación. Es importante que las personas conozcan también qué hace su empresa por la sociedad en la que se inserta, cuál es su política de responsabilidad corporativa.
- Ofrecer autonomía individual y de equipo. "El hombre libre es el que se fija deberes a sí mismo, el que elige sus proyectos", dice el filósofo José Antonio Marina. Sentirse el propio jefe, responsabilizarse de la propia tarea, es esencial para trabajar con eficacia.