Este año escolar, los distritos estudiantiles de Calgary han aceptado aproximadamente 450 nuevos estudiantes que son refugiados, y se espera que lleguen 250 más.
Esto causa un ligero problema para la ciudad de Calgary, debido a que muchos de estos niños tienen necesidades complejas, tales como encontrar una escuela cerca de vecindarios para familias con bajos ingresos, o aprender el idioma inglés. En algunos casos, hay niños que casi no han tenido acceso a libros o computadoras, o sólo iban a la escuela una vez por semana antes de llegar a Canadá.
La junta de educación de Calgary (CBE) recibió, en total, 4,000 inmigrantes escolares, de los cuales aproximadamente el 50% requería ayuda con el inglés. En lo que va del año, ya van 1,800 inmigrantes escolares registrados en escuelas públicas, y 1,300 necesitan apoyo con el idioma.
Teniendo esto en cuenta, la CBE decidió abrir ocho nuevos colegios el semestre pasado, además de nueve que se abrirán este año, y planea esparcir a los refugiados e inmigrantes a través de todos los colegios y comunidades. Cada una de las escuelas otorga la oportunidad de aprender inglés en clases particulares, grupos de estudio, o en el salón de clase normal, de acuerdo a las necesidades del estudiante.
Gran parte del apoyo que las familias de inmigrantes y refugiados reciben, a parte de las escuelas, llega de la Sociedad Católica de Inmigración en Calgary (Calgary Catholic Immigration Society, o CCIS), que apoya a los jefes de familia a encontrar un hogar rentable y un empleo.
Según cifras de CCIS, alrededor de 7,000 refugiados entraron a Alberta el año pasado, de los cuales 3,400 se encuentran en Calgary.